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Los cables de Internet de todo el mundo

Más de 300 cables submarinos cruzan los océanos y los mares para interconectar los continentes entre sí. Cada uno de ellos tiene puntos de conexión con diferentes países a través de sus costas y constituyen el entramado de Internet para que esta red funcione.

Su origen fue en el cable de cobre para dar servicio al telégrafo y poco a poco se ha ido implementando la fibra óptica.

La mayoría de estos cables pertenece a los grandes gigantes de la comunicación como Google, Facebook, Microsoft y otras grandes empresas.

El primero de estos cables fue el que une el Reino Unido con Estados Unidos. Después, cientos de cables aumentaron la red conectando Sudamérica, Europa, Asia, África, Norteamérica, Japón, China… El cable más profundidad está en Japón y llega a los 8 mil metros por debajo del nivel del mar.

Dependiendo de la interconexión algunos son más resistentes que otros, pero en general, los materiales utilizados hacen que todos sean duraderos.

No obstante, estos cables necesitan un mantenimiento constante ya sea por terremotos o maremotos, por accidentes con buques o anclas de barcos, por mordiscos de tiburón o incluso por sabotajes humanos.

Una vez llega la conexión a la costa de un país, es tarea de las telecomunicadoras de cada país el repartirlo por todo el territorio estatal. El cableado de fibra óptica recorre más de 2 millones de kilómetros.

Puedes ver todas estas líneas que recorren el mundo gracias a la creación de un mapa interactivo realizado por la web https://www.submarinecablemap.com/

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